¿ Que es el cortisol ?
La hormona cortisol es
producida por el organismo en casos de estrés o en situaciones de
excesiva actividad física y de mala alimentación. Su nivel normal es de
10 μg/dl; sin embargo el estrés dispara este nivel hasta 80 μg/dl o,
incluso, 180 μg/dl en casos extremos.
Al estudiar
los casos de aumento de los niveles de cortisol, es fácil darse cuenta
que este proceso es un método de defensa del organismo: en estado de
shock, el cortisol ayuda a actuar rápidamente; en caso de hambre, obliga
a buscar comida y en caso de actividad física excesiva, incrementa la
fuerza.
¿Cómo actúa el cortisol?
El organismo intenta,
aumentando rápidamente los niveles de cortisol, movilizar las reservas
de energía. La glucosa (al igual que los aminoácidos) se desprende de
los tejidos y se dirige al torrente sanguíneo para aumentar la actividad
cerebral y la concentración.
Por un lado, la
concentración y la atención ayudan a la rápida toma de decisiones; por
el otro, la conducta de una persona puede ser agresiva bajo los efectos
del cortisol y estar constantemente en esta condición puede provocar
estrés crónico.
¿Por qué el cortisol destruye los músculos?
Como ya hemos mencionado,
el aumento de los niveles de cortisol provoca la destrucción de los
tejidos: éstos se descomponen por la necesidad del organismo de consumir
aminoácidos y glucosa (la cual está presente en los músculos en forma
de glucógeno para garantizar su funcionamiento).
La presión arterial alta
incrementa el envío de grandes cantidades de glucosa al cerebro, lo cual
es un efecto del cortisol, lo que, a su vez, provoca una ráfaga de
energía y una especie de “shock de adrenalina”. Todo esto es una carga
para el organismo, “un golpe”.
Los efectos negativos del cortisol
Si un aumento momentáneo en
los niveles de cortisol provoca la destrucción de los tejidos, mantener
estos niveles crónicamente elevados en la sangre conlleva a estrés
constante, alta irritabilidad y cambios relacionados con el deterioro
del metabolismo(1).
Además, existen diferentes
opiniones de expertos, según las cuales, los niveles altos de cortisol
alteran el metabolismo y causan obesidad y acumulación de grasa en
lugares problemáticos (en la parte baja de la espalda y el abdomen en hombres, en las caderas en mujeres).
El cortisol y la actividad física
De acuerdo con la investigación de Journal of the International Society of Sports Nutrition(2),
durante los primeros minutos de actividad física, los niveles de
cortisol aumentan hasta 60-65 μg/dl, después disminuyen hasta 35 μg/dl y
luego de 40-45 minutos crecen de nuevo (ver gráfico. Línea superior).
La recomendación de no
entrenar más de 45 minutos, en gran parte, se fundamenta en el hecho que
después de este tiempo los niveles de cortisol aumentan, empiezan los
procesos anabólicos y el organismo comienza a destruir los tejidos
musculares.